22.10.06

Sin término medio

El Real Madrid ha ganado al Barça, y dando muy buena imagen, todo sea dicho de paso. El Barça ha perdido dos partidos seguidos (frente al Chelsea y ahora frente al Real), pero se va a hablar del Real Madrid y, sobre todo, de Raúl.
Pero es lo mismo de siempre. Ahora el Real Madrid es la leche, la repera, un equipazo. Y de Raúl... ¡ni qué contar! Raúl ha demostrado ser el jugador que nunca debió perderse un sólo partido de la selección española. Y al partido siguiente, Raúl se cae, no marca y lo hace mal y de nuevo la prensa volverá a enterrarle. Lo mismo pasa con su equipo: el día que el Real Madrid pierde, generalmente, es porque juega mal. Entonces el Real Madrid es una mierda, la autoridad de Capello es más que cuestionable y así todo, hasta dejar el último títere sin cabeza. Hoy, como se ha ganado al Barça, parece que ya se han pasado todos los males. Pero no hay que olvidar que son tres puntos más y, numéricamente hablando, tienen el mismo valor que los logrados a trancas y barrancas frente a la Real Sociedad. Que moralmente simbolizan no sé qué y no se cual. Pues muy bien: pamplinas. Tres puntos más y hasta el próximo partido.
¿Y el Barça? Tranquilos, es el Barça. A ése le permiten perder. Se habla de que Rijkaard ha conseguido mantener a su equipo en la buena línea de "grupo-piña", alejados de toda la parafernalia mediática de la que necesitan los figurines del Real Madrid para costearse sus carísimas posesiones.

Gracias por esperar

Viendo las imágenes esta semana de la Princesa doña Leticia tras su llegaba a Asturias me acordaba yo de algunos elementos que dan patadas al balón. Leticia Ortiz llega tarde, sabe que hay mil periodistas mojándose hasta los higadillos, pero se muestra agradecida: "Gracias por esperar, por la lluvia". Y todos tan contentos.
Lo de siempre: ya podían tomar nota algunos. Me acuerdo de Ronaldo, de quien, dicen, se retrasó sin motivo alguno a un acto que tenía en Madrid no recuerdo a santo de qué y el tío como si nada. Algunos se piensan que los periodistas no tenemos otra cosa que hacer que esperarles a que lleguen. No es lo mismo que sentarte a la puerta de su casa y a ver si aparecen. Pero cuando hay ruedas de prensa y eventos preparados con tiempo y con hora prefijada, un poquito de respeto no vendría mal. Pero lo mismo les da. No sé qué tipo de excusas ponen ante estos retrasos, porque no será por tiempo. Un tío que curra unas tres horas al día debería de tener tiempo para todo.
Es como sentarte a esperar a que aparezca "el que habla en la rueda de prensa" tras el entrenamiento. Es un suplicio cuando el jefe de prensa dice ciertos nombres. Es cuando los malogrados plumillas exalan bocanadas de aliento llenas de pestes y mucha, mucha resignación. Vas viendo cómo otros compañeros acaban de asearse, se suben a su coche y se marchan. Mientras tanto por tu mente pasa la imagen del susodicho pelotero sacando puliéndose y abrillantando sus pelotillas. Para que luego no diga nada. Lo de siempre: una curilla de humildad a algunos les venía bien.

14.10.06

Al final el fútbol te da asco

Ayer pude charlar con un joven que está actualmente trabajando en un programa de Telecinco, nada que ver con el deporte, tema que conoce bastante bien porque trabajó con ello hace unos años. Y me definió perfectamente el sentir de muchos compañeros que nos dedicamos o lo hemos hecho alguna vez a ello.
El fútbol -me decía- está muy bien cuando eres pequeño. Todavía conservo (y lo haré por muchos años seguro) algún album de cromos, autógrafos, posters, recortes de prensa... cosillas de ésas que demuestran que el fútbol te gusta, que eres un enamorado. Que llegan tus ratos libres y sólo piensas en campeonatos de fútbol-chapas, de subbuteo... y ya con la llegada de los ordenadores y del PC Fútbol aquello ya era una revolución en todos los sentidos.
Cuando te metes a tocar el mundo del fútbol - me seguía diciendo- te desencantas. ¿Por qué? Analizando lo más simple del balompié lo entendemos: que unos tíos que dan patadas a un balón cobran más que nadie y lo realmente difícil que es hablar con ellos para trabajar. Futbolistas prepotentes, chuletas, imbéciles y con deficiencias neuronales es lo que solemos encontrarnos. Aunque se agradecen los casos contrarios. Es frustrante acudir a una rueda de prensa en la que te dicen las mismas payasadas, las mismas frases hechas y se mojan menos que un cactus en la arena.
Luego todo lo que es asunto extradeportivo es una farándula circense bastante propia de gente poco seria. Cuando, insisto, y lo defenderé siempre: la esencia del fútbol es el deporte, el partido de los domingos, la competición... lo demás sobra muchas veces. Lástima, pero «el fútbol es así».

3.10.06

Tramposo

Diccionario de la RAE: «Tramposo: 1. adj. Embustero, petardista, mal pagador. / 2. adj. Que hace trampas en el juego.»
A lo mejor, por la acción en la que Ramos le roza en la cara a Torres, puede que no. Pero alguno se lo tenía que llamar (antes o después) a uno de los piscineros más expertos de las áreas futbolísticas. Torres, que si ve que no puede, acaba en el suelo. Quizás se lo debieran haber llamado antes, pero bueno, la excusa de Capello de que no sabe lo significa la palabra, eso no se lo cree ni su madre (ni la de Torres ni la de Capello ni la de otro). Al final, Capello le pide perdón a través de los medios, Torres no le perdonará, aunque no lo diga, y qué más da, a otro partido, ¿no? El mundo va a seguir dando vueltas. Mientras a Torres no se lo llame su jefe o Capello se lo llame a Raúl, aquí no hay nada que vender. Y el que se pica, en este caso los dos, ya se sabe.
A muchos de estos elitistas les falta curtirse en fútbol de calle, donde los equipos juveniles de los barrios reciben insultos de los padres de los rivales, los gestos de uno y otro bando sin cámaras que los recojan para que sirvan de denuncia... y que los rivales no coincidan esa noche de fiesta por la ciudad porque se matan a palos. Si se insultan (¿tramposo es un insulto?) lo hacen a la cara, nada de en ruedas de prensa y a través de los medios... ¡oh, qué fino! Y el otro va y se enoja, pobre de él.
No justifico el vandalismo de esos partidos a los que me refiero, pero tampoco es para montar la de Dios por un simple "tramposo" y, encima, como los cobardes, sin decirlo a la cara. Dos no riñen si uno no quiere, pero vamos, para tonterías de este tipo, me lo paso mejor con los piques que se tenían Epi y Blas.