14.10.06

Al final el fútbol te da asco

Ayer pude charlar con un joven que está actualmente trabajando en un programa de Telecinco, nada que ver con el deporte, tema que conoce bastante bien porque trabajó con ello hace unos años. Y me definió perfectamente el sentir de muchos compañeros que nos dedicamos o lo hemos hecho alguna vez a ello.
El fútbol -me decía- está muy bien cuando eres pequeño. Todavía conservo (y lo haré por muchos años seguro) algún album de cromos, autógrafos, posters, recortes de prensa... cosillas de ésas que demuestran que el fútbol te gusta, que eres un enamorado. Que llegan tus ratos libres y sólo piensas en campeonatos de fútbol-chapas, de subbuteo... y ya con la llegada de los ordenadores y del PC Fútbol aquello ya era una revolución en todos los sentidos.
Cuando te metes a tocar el mundo del fútbol - me seguía diciendo- te desencantas. ¿Por qué? Analizando lo más simple del balompié lo entendemos: que unos tíos que dan patadas a un balón cobran más que nadie y lo realmente difícil que es hablar con ellos para trabajar. Futbolistas prepotentes, chuletas, imbéciles y con deficiencias neuronales es lo que solemos encontrarnos. Aunque se agradecen los casos contrarios. Es frustrante acudir a una rueda de prensa en la que te dicen las mismas payasadas, las mismas frases hechas y se mojan menos que un cactus en la arena.
Luego todo lo que es asunto extradeportivo es una farándula circense bastante propia de gente poco seria. Cuando, insisto, y lo defenderé siempre: la esencia del fútbol es el deporte, el partido de los domingos, la competición... lo demás sobra muchas veces. Lástima, pero «el fútbol es así».