Diccionario de la RAE: «Tramposo: 1.
adj. Embustero, petardista, mal pagador. / 2.
adj. Que hace trampas en el juego.»
A lo mejor, por la acción en la que Ramos le roza en la cara a Torres, puede que no. Pero alguno se lo tenía que llamar (antes o después) a uno de los piscineros más expertos de las áreas futbolísticas. Torres, que si ve que no puede, acaba en el suelo. Quizás se lo debieran haber llamado antes, pero bueno, la excusa de Capello de que no sabe lo significa la palabra, eso no se lo cree ni su madre (ni la de Torres ni la de Capello ni la de otro). Al final, Capello le pide perdón a través de los medios, Torres no le perdonará, aunque no lo diga, y qué más da, a otro partido, ¿no? El mundo va a seguir dando vueltas. Mientras a Torres no se lo llame su jefe o Capello se lo llame a Raúl, aquí no hay nada que vender. Y el que se pica, en este caso los dos, ya se sabe.
A muchos de estos elitistas les falta curtirse en fútbol de calle, donde los equipos juveniles de los barrios reciben insultos de los padres de los rivales, los gestos de uno y otro bando sin cámaras que los recojan para que sirvan de denuncia... y que los rivales no coincidan esa noche de fiesta por la ciudad porque se matan a palos. Si se insultan (¿tramposo es un insulto?) lo hacen a la cara, nada de en ruedas de prensa y a través de los medios... ¡oh, qué fino! Y el otro va y se enoja, pobre de él.
No justifico el vandalismo de esos partidos a los que me refiero, pero tampoco es para montar la de Dios por un simple "tramposo" y, encima, como los cobardes, sin decirlo a la cara. Dos no riñen si uno no quiere, pero vamos, para tonterías de este tipo, me lo paso mejor con los piques que se tenían Epi y Blas.