3.6.06

Tiembla, mundo: Raúl se ha enfadado

«Estoy feliz. De estar aquí, con mi selección, de defender a mi país, y creo que va a ser el mundial de España, de todos mis compañeros y también el mío». ¡A la mierda! ¡No necesito de su admiración! Las mismas palabras que, en su día, dijo un enfadado Paco Rabal a un admirador, podrían ser atribuibles a Raúl González, el capitán cabreado de la selección española. Un hombre harto, al que le ha podido la presión: Raúl sí titular, Raúl no titular; Raúl pata coja, Raúl el Grande. Y añade: «aporto más que gol, pero hay gente que no desea verlo». Pues lo dicho: ¡Pues no me admire usted más!
Por un lado, es comprensible su enfado, dada su situación: una angustiosa temporada, con una lesión grave de por medio, con una estadística a nivel personal bastante negativa. Y la presión, el circo de los medios, le ha podido y ha reventado. Raúl no se ha mordido la lengua y ha explotado. Poco profesional, dirán algunos. Aunque vamos a quedarnos, por una vez, con lo mejor: un jugador de fútbol que dice lo que realmente siente y piensa. Son los que valen: los sinceros. Y mejor aún es lo que esconde tras sus palabras: un coraje y unas ganas de revancha impresionantes. Por el bien de la selección y de los que padecemos con España, ojalá sea así.